Como una patada en las bolas

Con la resurrección de mi PS1 también resurgió mi gusto por un género hoy en día “olvidado”. Lo pongo entre comillas porque la verdad no es cierto, los shoot em ups siguen bastante vivos.

Los recuerdos que tengo de mis primeras experiencias con los shoot em ups son de grandes clásicos como River Raid para Atari 2600 y Life Force de NES. Uno de los juegos que más recuerdo es Legenday Wings, el cual lamentablemente no es un título muy reordado pero vaya que era bueno.

Con el avance de la tecnología los shmups mejoraron bastante no sólo en cuanto a gráficas y sonido, sino que podían haber muchas más cosas en la pantalla al mismo tiempo y es ahí donde los japoneses en su inmensa sabiduría crearon el famoso subgenero “Bullet Hell”.

Recuerdo cuando era chico que me gustaban mucho Super R-Type y Gradius 3 para SNES, pero se me hacían bastante difíciles. Años después volví a jugar Gradius 3 y aunque sí tiene un alto grado de dificultad ya no se me hizo imposible.

Cuando tuve el PS1 por primera vez la verdad no le puse mucha atención a este género, y dejé pasar grandes títulos de largo que ahora estoy intentando conseguir.

Mi gusto por los shmups regresó con la versión descargable en Xbox Live de Ikaruga, uno de los mejores y más originales juegos del género que abrió mis horizontes a lo que los japoneses pueden hacer.

Últimamente he tenido varias incursiones en títulos muy divertidos como DoDonPachi y Gigawing. En la mayoría de los casos la premisa es la misma: comienzas con un grado de dificultad moderado y conforme pasan los niveles la pantalla se llena más y más de bolitas de colores que generalmente si te tocan te matan, para cuando llegas al penúltimo nivel la cosa ya es imposible. Entiendo que hay patrones que seguir para esquivar las balas, pero son tantas que al cerebro le cuesta trabajo entenderlos ya que está más preocupado por mantenerte vivo.

Cuando llegas al último nivel la cosa se pone de plano inhumana, en pocas palabras va más allá de imposible, entiendo que hay gente que logra acabar estos juegos sin morir una sola vez… deberían conseguirse una vida, de verdad, es una locura.

Si no me creen vean esto



Los títulos más difíciles como DonPachi, en el que te hace acabarlo dos veces seguidas para ver el final verdadero (lógicamente la segunda vuelta es más difícil, como si fuera necesario), son únicamente para arcadias por lo que a pesar del inhumano grado de dificultad y el masoquismo que implica jugarlos, si tienes suficiente dinero eventualmente los acabaras… eventualmente y mucho dinero después, pero se puede.

Definitivamente los “Bullet Hell shmups” son un placer culposo, tienen gran sonido, buena jugabilidad, buenas gráficas y generalmente son bastante creativos y tienen un diseño de producción de lo más original que se puede encontrar en los videojuegos… pero son una patada en las bolas.

El efecto Daigo

Hace un par de semanas se llevó a cabo el Evolution Fighting Tournament 2010 (Evo) en Las Vegas. Dicho evento es el torneo de juegos de pelea más grande del mundo y cada año toma más fuerza.

A este torneo van jugadores de muchos países del mundo, y esta vez sí es real eso de “muchos países”, más de 50, porque todos sabemos que a los gringos les encanta decir eso cuando hay un tipo de Puerto Rico y dos Cubanos de segunda generación que sacaron de Miami para así poder proclamarse “Campeones del Mundo” aunque sea una liga vecinal de Bakgamon.

De los varios juegos que estuvieron presentes en esta edición de Evo el platillo fuerte fue Super Street Fighter IV el cual tuvo un número récord de asistentes. Con un total de 1700 participantes creo que fue el torneo de juegos de pelea más grande en la historia.

No los voy a aburrir contando como Daigo Umehara ganó de manera impecable y de las sorpresas que dieron un par de jugadores no conocidos al llegar a las finales con personajes poco convencionales, lo importante de todo esto es que el ganador usa siempre a Ryu, el personaje principal de la saga.

Para muchas personas Ryu es algo aburrido por ser un personaje “balanceado” está como en medio en todo: velocidad, fuerza, defensa, etc.

Cuando Street Fighter IV se lanzó hace poco más de un año no se consideraba a Ryu como un personaje fuerte, estaba más bien a la mitad de la tabla. Después de que el mundo vio lo de lo que este personaje era capaz en las manos de Daigo su popularidad volvió a resurgir y escaló la lista para llegar hasta el tope de la tabla como uno de los personajes más fuertes.

Después de que Daigo ganara Evo 2010 parece que Ryu volvió a ganar mucha popularidad ya que dos días después de Evo me puse a jugar SSFIV en línea y todo mundo estaba usando a Ryu, el 90% de la gente con la que pelee estaba usando a Ryu, cosa que antes no pasaba ni por casualidad.

Debo destacar que después de varios intentos con un par de personajes no recuerdo bien por qué recurrí a Ryu pero me gustó. Nunca había utilizado a Ryu de manera constante en ningún otro Street Fighter, es más, cuando tenía que recurrir a un jugador de ese estilo siempre escogía a Ken, creo que por que es más rápido aunque no pega tan fuerte.

El chiste es que resulta que ahora todo mundo quiere utilizar a Ryu, esperemos que esta moda pase pronto porque la verdad es algo aburrido pelear siempre contra los mismos personajes. ¿Dónde están los Adons y las Makotos? Ojalá todo vuelva a la normalidad y el efecto Daigo pase rápido para tener un poco más de variedad.

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