Papa insatisfecha pero feliz

Este fin de semana fue de los más ñoños que he tenido. Básicamente me quedé encerrado en mi casa y tirado en mi sillón desde el viernes que llegué de la oficina hasta el lunes que salí a la oficina, con excepción de un par de salidas a comer y tecnicismos de ese tipo.

Lo ñoño no es haberme quedado en casa todo el fin, eso lo hago seguido, lo ñoño fue por qué me quedé. Aparte de la final y el partido por el 3er lugar del mundial, el viernes en la tarde comenzó el torneo Evo 2010.

Fue un fin de semana bastante interesante lleno de encuentros muy buenos. Me dio mucho gusto ver nuevas caras como Vangief y GamerBee y hubo sorpresas como Justin Wong quedando fuera de los 8 finalistas.

Al final pasó lo que tenía que pasar y Daigo Umehara ganó incluso con más facilidad que el año pasado. Todo iba muy bien y el streaming sólo había tenido un par de problemitas de solución casi instantánea, con refrescar la página se solucionaba. Y entonces llegamos a la batalla final.

Después de tres días de ver pelea tras pelea de diferentes juegos llegamos a la final del juego principal: Super Street Fighter 4. Lamentablemente y parece que por cuestiones de patrocinio cambiaron a los comentaristas y pusieron a un idiota de G4 que no tenía ni idea de cómo se lleva el marcador en una pelea de campeonato.

Para empeorar las cosas el streaming decidió caerse justo al final de la pelea, y vaya que estaba buena por lo que cerca de 30 mil personas (según el contador de la página) nos quedamos sin ver el final.

No voy a mentir, me sentí un poco engañado después de haber pasado tres días enfrente de la computadora sólo para que justo en el momento clave no pudiera ver como terminaba todo. Sí, muy poco satisfactorio.

Al final igual valió la pena, fue bastante divertido ver tantos estilos diferentes y me dio gusto que al final ganara la técnica… igual que en el fútbol.

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